Carlo Ancelotti, en el juicio por fraude fiscal: “El Real Madrid me propuso cobrar el 15% del salario como derechos de imagen”
El técnico italiano asegura que, en su primera etapa en 2013, la idea de recibir parte de su sueldo a través de una sociedad partió del club, que ya lo había hecho así con Mourinho


Apenas 10 horas después de que el Real Madrid eliminara a la Real Sociedad en la prórroga de la semifinal de la Copa del Rey, su entrenador, Carlo Ancelotti, se presentó este miércoles en la Audiencia Provincial de Madrid como acusado en el juicio por fraude fiscal en el que la Fiscalía pide para él cuatro años y nueve meses de cárcel y una multa de 3,2 millones de euros. Sostiene que en su primera etapa como técnico del Madrid usó “un complejo y confuso entramado de fideicomisos y sociedades interpuestas” para ocultar a Hacienda parte de su sueldo camuflado como derechos de imagen.
Sentado en el banquillo de madera de los acusados, Ancelotti explicó el acuerdo que alcanzó personalmente al llegar al Bernabéu en el verano de 2013: “Negocié seis millones netos durante tres años. Siempre negocio en neto. El Real Madrid me propone una estructura de pago 85-15, en la que cobraría el 15% como derechos de imagen. Nunca le he dado importancia a esto. Me importaban solo los seis netos. Mi asesor inglés se puso en o con el Real Madrid y construyeron esta estructura”. Recibía el 85% del sueldo como salario directamente del Madrid, y el otro 15% pasaba por Vapia, una sociedad domiciliada en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas que le transfería el dinero, que no tributaba como rentas del trabajo.

Ancelotti aseguró que la estructura propuesta por el Madrid era la habitual en la época: “Me parecía bastante normal. La tenían todos los futbolistas y mi predecesor. La tenía Mourinho”. El portugués aceptó en 2019 un año de cárcel y una multa de tres millones por el contrato en el que simulaba la cesión de sus derechos de imagen a Koper Services, domiciliada también en las Islas Vírgenes Británicas. También terminaron pagando sin ir a juicio Di María, Coentrão, Modric y Marcelo, por ejemplo. Ancelotti no quiso pactar con la Fiscalía.
“Nunca he pensado que podía ser un fraude. Nunca”. Dijo que se percató del problema en 2018, cuando entrenaba al Nápoles y la Agencia Tributaria le notificó la investigación. “Si estoy aquí, es que las cosas no eran tan correctas”, lamentó. Aunque ya pagó su deuda de 1,2 millones con la Agencia Tributaria, en el juicio se dirimen las posibles responsabilidades penales. Entre ellas, las que se pueden derivar de dónde se le considere residente fiscal en 2015, algo que ha desembocado en el escrutinio de cada movimiento del italiano durante aquel año para determinar si pasó en España al menos 183 días, lo que le obligaría a tributar en el país. En el proceso hay una disputa casi hora a hora sobre su paradero, con el que la Fiscalía quiere atrapar los impuestos de Ancelotti para la Agencia Tributaria.
El rastreo de los pasos de Carletto
Para fijar su localización, la defensa del italiano contrató a Cristina Muñoz-Aycuens, directora de Forensic de Grant Thornton. La perito se reunió con el entrenador y sus abogados en un despacho del bufete Clifford Chance. Ancelotti le dio la clave de desbloqueo de su teléfono móvil y ella se descargó todos los datos que llevaran asociada geolocalización: mensajes, fotos, la información del uso de Uber y el historial de conexiones a redes wifi públicas, por ejemplo de aeropuertos. Muñoz-Aycuens explicó que había complementado estos datos con otros procedentes de tarjetas bancarias, facturas, su pasaporte y las redes sociales. Conclusión: en 2015 pasó 155 días en España, un recuento cuestionado por la Fiscalía muy al detalle.
El Madrid despidió al italiano el 25 de mayo y la perito sostiene que dejó España el 29: su móvil señala que aterrizó a las 17.00 en Vancouver, para una operación de cervicales. La Fiscalía discutió que ese día se contabilizara como fuera de España, ya que despegó de Madrid antes del mediodía. También habló mucho del ático en el que vivía el técnico en la Puerta de Alcalá, cuyo alquiler se mantuvo activo hasta octubre de 2015. “Podrían haberse alojado allí si hubieran querido hasta octubre”, le insistió el fiscal a él y a su esposa, Mariann Barreda, que declaró como testigo.
Ambos explicaron que en septiembre de 2014 firmaron un contrato de alquiler de tres años que les obligaba a pagar al menos uno y a un preaviso de tres meses. No vivieron allí después del 29 de mayo, aunque dejaron algunas cosas atrás. Ancelotti nunca volvió al piso y fue su mujer quien se encargó de la mudanza en octubre: “Vuelvo sola a hacer la mudanza porque no quiero que él se agobie”, explicó. “Cada vez que le despiden de un sitio es una humillación, una bofetada”. El técnico coincidió: “Cuando te echan de un club la primera cosas que quieres hacer es salir rápido”.
El juicio podría quedar este jueves visto para sentencia después de que los tres magistrados escuchen las explicaciones técnicas de los peritos sobre los presuntos delitos.
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