Alix nació en Venezuela, pero desde hace año y medio vive en un distrito al norte de Lima, Perú. Ella y su familia han tenido que renunciar a las comodidades y rehacer su vida en un barrio pobre sin a agua corriente. En la foto, Alix posa delante de su casa.Gorka LejarcegiTiene 11 años y su madre, enfermera, trabaja en una residencia de ancianos a dos horas en transporte público de su barrio. Sus turnos son de 24 horas y uno de cada dos días le toca dormir en el centro.Gorka LejarcegiEl hogar tiene por dentro las paredes de color pistacho. Algún trozo en blanco por aquí, un desconchón por allá. A modo de decoración, adornos navideños, un globo deshinchado del día de la madre, una bandera de Perú pintada con lápices de colores y un espejo que muestra más rayones que reflejos. Todo cubierto de polvo.Gorka LejarcegiLe hicieron una prueba de nivel al matricularse. Cuenta que el sistema educativo de Perú es más exigente que el de Venezuela y que sus conocimientos iban un año atrasados a los del resto de su clase.Gorka LejarcegiAhora, ha equiparado sus conocimientos a los del resto de compañeros y está completamente integrada.Gorka LejarcegiLleva una cinta roja en el hombro porque la han nombrado 'policía escolar' de su clase: “Lo decide el profesor. Nos tocó a mi amiga Marian y a mí por ser las más altas, las más tranquilas y las más disciplinadas”. Su cargo implica que tiene que dar ejemplo al resto de sus compañeros: debe llegar la primera, comportarse, estudiar y ayudar a la profesora.Gorka Lejarcegi"Mi materia favorita es ciencia. Me gusta investigar las plantas y el cuerpo humano. Quiero ser enfermera o doctora cuando sea grande. Lo que más me gusta es investigar qué es la célula. O también podría ser veterinaria porque respondo muy rápido cuando los animales están mal", cuenta la niña.Gorka LejarcegiLos días que su madre trabaja, una vecina se encarga de ir a recoger a las niñas al colegio.Gorka LejarcegiEl camino a casa no es largo, les lleva menos de 15 minutos andando. Pero es un sendero de tierra y tienen que atravesar la única carretera asfaltada que hay por la zona y esquivar coches y motos que se agolpan a las puertas del colegio.Gorka LejarcegiA veces, la avecina las invita a comer en casa. Si no, Alix prepara la comida. Su especialidad son los espaguetis con salsa de tomate, mayonesa y queso. Siempre que haya en la despensa tomate, mayonesa y queso.Gorka LejarcegiLa misma mesa en la que comen la utilizan también para hacer los deberes y estudiar. Es la única que tienen en la casa. Pero es un avance porque, al principio, no tenían nada. "Cuando empezamos a vivir en esta casa no teníamos ni una cucharilla ni un plato. Teníamos que esperar que comiera uno para que desocupara el plato y que luego comiera el otro", cuenta la madre de Alix. De la noche a la mañana perdieron todas las comodidades que tenían en Venezuela. Tuvieron que empezar de cero.Gorka LejarcegiLa vida de esta familia se desarrolla en un solo espacio cubierto. La mitad más cercana a la puerta es a la vez recibidor, comedor y cocina. La otra mitad, salón y dormitorio. El baño lo tienen en el patio. Un agujero en el suelo cerca del cartel roto de una antigua cevichería.Gorka LejarcegiLas tardes que están solas las niñas juegan, duermen, hacen los deberes o ven la tele.Gorka LejarcegiCuando está su madre, Alix aprovecha para conectarse a Facebook y hablar con sus amigos de Venezuela. “Si mi mamá recarga hablo con mis amigos de allá. No son muchos porque aún no los he encontrado. Les hablo de mí, de Perú. Ellos me explican cómo van allá, la situación…"Gorka Lejarcegi