Podemos, del 15-M a la guerra con Sumar a través de sus cinco Asambleas
La formación celebra este fin de semana la quinta edición del cónclave en el contexto de una izquierda fragmentada y alzando la candidatura de Irene Montero

Podemos celebra este fin de semana la V Asamblea Estatal Ciudadana, una iniciativa que se celebra desde 2014, cuando comenzó su andadura en la política española. En todas las anteriores, las bases han elegido los liderazgos y las estrategias que seguiría la formación en los siguientes años. Esta quinta edición se desarrolla en el contexto de una izquierda fragmentada por el cisma entre Podemos y Sumar y con el lanzamiento de Irene Montero, exministra de Igualdad, como candidata del partido en las próximas elecciones generales.
La historia de Podemos ha estado marcada por cada uno de sus congresos, con la profunda herida que dejó el enfrentamiento con Íñigo Errejón, que partió a la formación en dos a comienzo de 2017. Esta información repasa el contexto y los resultados de todos los cónclaves anteriores.
2014 | Vistalegre I: “Sí se puede”
Apenas tres meses después de su fundación, Podemos consiguió cinco eurodiputados en las elecciones al Parlamento Europeo de mayo de 2014. Más de un millón de personas confiaron en el proyecto, aupados por el descontento social fruto de la crisis económica y algunas organizaciones civiles, como Movimiento 15-M. Después de esos comicios, el 86% de las bases decidió que Pablo Iglesias, el que fuera cabeza de lista en la campaña, liderase el partido hasta su primera Asamblea, que se iba a celebrar en otoño.
El 18 y 19 de octubre de 2014, más de 7.000 personas se reunieron en el Palacio de Vistalegre de Madrid para decidir si el futuro de Podemos estaría en manos del equipo de Iglesias o del sector crítico encabezado por Pablo Echenique. 112.000 personas votaron el modelo de partido que debía estructurarse para los comicios de 2015. Las votaciones fueron telemáticas, a través de una plataforma llamada Agora Voting, un software que seguirían usando en asambleas posteriores. Echenique retiró su candidatura al considerar que el método de votación elegido anulaba todo tipo de competencia. Iglesias y su equipo cercano conformado por profesores de la Complutense (Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Luis Alegre y Carolina Bescansa) consiguieron el apoyo del 80% de los militantes. Decidieron que no concurrirían a las siguientes elecciones municipales como una marca propia por la heterogeneidad de los grupos afines en el ámbito territorial. Por contra, marcaron su objetivo en competir cara a cara con el PP de Mariano Rajoy, en el Gobierno en ese momento, y el PSOE de Pedro Sánchez.
Podemos salió de Vistalegre I como un bloque político compacto. Allí se decidió cómo se iba a configurar el partido en los años siguientes: Estructura centralizada, secretario general y una cúpula para garantizar la unidad interna. Unas semanas después, celebraron primarias para elegir al secretario general que iba a encabezar la formación para las elecciones autonómicas y generales de 2015. De nuevo, Pablo Iglesias obtuvo el apoyo de la inmensa mayoría de los simpatizantes de la formación y fue nombrado entre coros de “Sí se puede” y el objetivo de ganar las elecciones generales.

2017 | Vistalegre II: La fractura del partido
Podemos llegó a su segunda asamblea con 71 diputados en el Congreso tras haber firmado una coalición política con IU: Unidos Podemos. El mapa político pasaba por un momento de enorme inestabilidad. Rajoy no consiguió mayoría en 2015, lo que provocó una repetición electoral, en la que el PSOE se abstuvo para darle la presidencia del Gobierno al PP.
La destitución del que era el secretario de organización, Sergio Pascual, un año antes, avivó las tensiones entre el líder e Íñigo Errejón. Pero la división entre los dos dirigentes también respondía a una cuestión estratégica, que confrontaba dos formas distintas de afrontar el futuro de Podemos. Iglesias apostaba por mantener al partido más a la izquierda, mientras que Errejón abogaba por crear consensos con otras formaciones.
Se convocó la segunda Asamblea para recomponer la fractura entre los dos dirigentes. Ambos se jugaban su futuro: Iglesias prometió que, si perdía, dejaría la política, mientras que Errejón aseguró que no tomaría el puesto, aunque ganara.

283.175 personas estaban llamadas a votar. Las tesis de los pablistas se impusieron. Irene Montero se convirtió en la nueva portavoz parlamentaria y número dos. Errejón fue destituido de su puesto en el Congreso y se unió a Manuela Carmena para crear la plataforma Más Madrid y liderar la candidatura de la Comunidad de Madrid para las elecciones de 2019 y en la foto de Vistalegre II ya faltaban Monedero, Alegre y Bescansa, tres de los cinco líderes que aparecieron en la primera Asamblea. Allí se fraguó el futuro cisma de Podemos.
2020 | Vistalegre III: Asamblea telemática
Podemos cosechó su peor resultado hasta el momento en las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019: 35 diputados. Después de la investidura a Pedro Sánchez en enero de 2020, Pablo Iglesias convocó otra Asamblea para marzo de ese año. El confinamiento por la pandemia obligó a que la cita se retrasara hasta mayo. El congreso se limitó a debates telemáticos y la publicación de los resultados de las votaciones, que revalidaron el liderazgo de Iglesias.
Esta Asamblea se celebró alejada de los fuegos artificiales de las dos anteriores. La sección de los Anticapitalistas, que aún tenía fuerza en el partido, abandonó la formación en febrero, receloso del pacto de Gobierno con el PSOE. No había ninguna voz discordante con la fuerza suficiente para imponerse a Pablo Iglesias. Obtuvo 53.167 votos de los 59.201 inscritos, más del 92% de los apoyos. El único candidato que consiguió los avales necesarios para enfrentarse a él, Fernando Barredo, apenas tuvo apoyos: sumó 4.503 votos.
Podemos acabó con algunas directrices que había mantenido desde su fundación y se reorganizó como un partido de corte tradicional. Algunas de las medidas adoptadas tras Vistalegre III fueron eliminar la limitación de 12 años de mandatos, modificar el techo salarial de sus cargos públicos o diferenciar entre inscritos y militantes “al corriente de pago”. Fuentes del partido declararon a EL PAÍS que el objetivo de celebrar esta Asamblea no era blindar a Iglesias, sino “atar” a Irene Montero como su sucesora.
2021 | Vistalegre IV: La era post Iglesias
Pablo Iglesias dejó el liderazgo de Podemos y su puesto como vicepresidente del Gobierno y ministro de Derechos Sociales en 2021 para enfrentarse a Isabel Díaz Ayuso en las elecciones de ese año para la Comunidad de Madrid. Consiguió 10 escaños, un resultado menor del esperado inicialmente y también muy lejos de Más Madrid, la escisión fundada por Carmena y Errejón, que logró posicionarse como principal partido de oposición en la capital. Después del batacazo electoral, Iglesias abandonó la política.
Sin el que había sido el líder de Podemos desde su fundación, la nueva secretaria general, Ione Belarra, se enfrentaba al reto de “dejar atrás”, como enunció ella misma en su discurso tras ser elegida, el marcado liderazgo de Pablo Iglesias. Heredó la cartera de Derechos Sociales en el Consejo de Ministros y mantuvo a Irene Montero como número dos en la nueva Ejecutiva.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, fue designada por Iglesias vicepresidenta segunda del Gobierno y su sucesora para estar al frente de una candidatura de Unidas Podemos en las siguientes elecciones generales. Pero los planes de Díaz, tras años de declive electoral, eran otros.
La nueva dirección apostó por reforzar el carácter feminista del partido y por reforzar la formación en los territorios, una estrategia que se demostró fallida en los comicios de mayo de 2023, que empeoraron resultados.
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