El incierto futuro del legado artístico de la Fundación Olontia en Sevilla
El pintor Pablo Sycet firmó con el anterior alcalde un protocolo para la cesión de 350 obras de arte contemporáneo de su colección, en el que nada se ha avanzado dos años después


Aunque nacido en Gibraleón (Huelva), la primera gran ciudad que conoció el pintor y diseñador gráfico Pablo Sycet fue Sevilla, donde estudió cuatro años interno en el colegio de los Jesuitas Portaceli. Y ese nombre, puertas del cielo, ha operado desde entonces como una alegoría del destino que siempre ha querido para la colección de más de 3.500 obras de artistas contemporáneos, fundamentalmente de creadores que marcaron los ochenta, que ha ido atesorando y que integran la Fundación Olontia, que él constituyó en 2018. Un deseo que creyó cumplido en marzo de 2023 cuando firmó con el entonces alcalde de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz, un protocolo para la cesión permanente al Ayuntamiento hispalense de 350 piezas de su inmenso catálogo, pero de cuyo convenio definitivo no se tienen noticias más de dos años después.
“Para mí sería una gran satisfacción que parte de las obras de la Fundación Olontia se exhibieran en Sevilla. Fue la primera gran ciudad que conocí y me deslumbró. Portaceli, como metáfora, es perfecto para este deseo que me acompaña desde niño: abrir las puertas del cielo, que, en mi caso, son las de Sevilla”, explica Sycet sobre la trascendencia que para él supone la cesión de parte de su colección que quedó comprometida en ese protocolo. Un préstamo que incluye piezas de artistas como Atín Aya, Carlos Pérez Siquier, Guillermo Pérez Villalta, Rafael Agredano, Luis Gordillo, Pablo Picasso, Joan Miró o Salvador Dalí, entre otros muchos.
El protocolo, suscrito el 30 de marzo de 2023, y al que ha tenido este diario, tiene por objeto “fijar las intenciones respecto a la colaboración entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Fundación Olontia” que deberán formalizarse en un convenio de colaboración, en el que se concretaría “la aportación anual del consistorio para el mantenimiento, custodia y conservación de la colección recibida en comodato”.
Un convenio del que, más de dos años después de su firma, nada se ha avanzado y sobre el que, desde el actual equipo de gobierno municipal, encabezado por el alcalde popular José Luis Sanz, tampoco se ha trasladado ninguna intención de llevarlo a cabo, indican fuentes conocedoras del acuerdo. Este diario ha tratado de confirmar con el Ayuntamiento hispalense el estado del protocolo y su propósito de desarrollarlo, sin obtener ningún tipo de respuesta.
“Es un ejemplo más de la desidia del gobierno municipal del PP con la cultura de la ciudad”, sostiene el exalcalde socialista que firmó el protocolo y que pone como ejemplos de ese abandono el cierre, que ya dura dos años, del teatro Lope de Vega por obras, que ha llevado al sector cultural a manifestarse por entender que el Ayuntamiento ha eliminado de facto la programación teatral de la ciudad, o la polémica con la celebración del Festival de Cine Europeo.
Para Muñoz la cesión de las obras de la Fundación Olontia suponía una forma de “mejorar la oferta expositiva de la ciudad” y de consolidar al Espacio Santa Clara ―donde en principio se exhibirían las piezas donadas― en un “enclave estratégico para la cultura” de la capital andaluza.
Precisamente en esa sala de exposiciones dependiente del consistorio sevillano se han expuesto en los últimos meses parte de las obras pertenecientes a la colección de Sycet y que formarían parte de esa cesión contemplada en el protocolo, en el que también se incluía “un programa de exposiciones”.
La firma de ese acuerdo de intenciones coincidió con la inauguración de la muestra Olontia, una mirada particular, a la que siguió, Fin de siglo, que se clausura este mismo miércoles, 14 de mayo, en las que arte y música ―dos de las facetas de las que Sycet es especialista― se entrecurzan y en la que se han podido disfrutar de pinturas de Rafael Agredano, Miguel Ángel Campano, Juan Antonio Aguirre o Txomín Salazar; portadas de álbumes imaginarios de la época de la Movida -que tan bien conoció el patrono de la Fundación Olontia-, diseñadas por Pepe Espaliú, Antonio Belmonte o Sigfrido Martín Begué; y otros objetos de coleccionismo como un taburete de Javier Mariscal o la horquilla de Chus Burés, que aparecía en la película Matador, de Pedro Almodóvar.
La continuación de las exhibiciones de las obras que Sycet tenía previsto ceder al Ayuntamiento de Sevilla en el Espacio Santa Clara está en el aire, ante la indefinición por parte del consistorio de la consolidación del protocolo que se firmó por el anterior equipo de gobierno municipal, antes de las elecciones que supusieron el cambio de regidor.
La cesión, o lo que es lo mismo, el sueño de Sycet, se imbrica en la filosofía que le llevó a constituir la Fundación Olontia en 2018: acoger y conservar el patrimonio artístico que el artista, uno de los pintores andaluces imprescindibles de la generación de los ochenta, ha ido atesorando a lo largo de las últimas cuatro décadas.
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