Buscar comida en Gaza se convierte en una carrera mortal entre disparos
Al menos 31 personas han muerto en uno de los puntos de distribución de ayuda de la fundación al margen de la ONU por ataques atribuidos a Israel. El ejército niega haber disparado a los civiles mientras la Cruz Roja informa de la llegada de decenas de heridos de bala a su hospital


“En Gaza, la distribución de ayuda se ha convertido en una trampa mortal. Numerosas víctimas, incluyendo decenas de heridos y muertos entre la población civil hambrienta, se produjeron a causa de los disparos de esta mañana, según informes de médicos internacionales sobre el terreno”. Esta es la denuncia que ha expresado Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), después de conocer que al menos 31 personas han muerto y alrededor de 200 han resultado heridas este domingo por la mañana en un nuevo ataque contra la población civil.
Atribuido al ejército israelí, que rechaza la acusación, el suceso ha ocurrido en Rafah, en el sur del enclave, cerca de uno de los puntos de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF por sus siglas en inglés), respaldada por Israel y Estados Unidos, según un comunicado del grupo islamista Hamás. Israel ha negado su implicación y ha responsabilizado a Hamás de los disparos.
Además, otra persona ha muerto y 32 más han sufrido lesiones en otro centro de distribución de ayuda en el puente de Wadi Gaza, ha agregado la milicia en su informe. En total, según sus números, en seis días desde el inicio caótico del reparto de ayuda por la fundación al margen de la ONU, 49 personas que iban a buscar alimentos acabaron perdiendo la vida y más de 300 quedaron heridas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja en Israel y los territorios palestinos ocupados ha emitido por la tarde un comunicado en el que relata que a primera hora del 1 de junio, su hospital de campaña en Rafah, con capacidad para 60 camas, “recibió una afluencia masiva de 179 heridos, entre ellos mujeres y niños”. Y detalla: “La mayoría presentaba heridas de bala o metralla; 21 pacientes fueron declarados muertos a su llegada”.
Según el relato de la ONG, “todos los pacientes” que ha atendido en este episodio declararon que fueron atacados “intentando llegar a un punto de distribución de ayuda”. “Este es el mayor número de heridos por arma de fuego en un solo incidente desde la instalación del hospital de campaña hace más de un año”, aclara el informe del CICR. “Superó con creces la capacidad del hospital”.
Miles de gazatíes en busca de alimento se desplazaban en la madrugada hacia Rafah cuando las tropas abrieron fuego. Eran las 3.00, hora local, y se encontraban a un kilómetro del punto de entrega gestionado por contratistas norteamericanos y la GHF, han descrito testigos de los hechos citados por la prensa local.
Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el hospital Nasser, en Jan Yunis, atendieron este domingo a pacientes con lesiones graves. “Tenían heridas de bala visibles en las extremidades y la ropa empapada de sangre”, cuenta Nour Alsaqa, responsable de comunicaciones de la ONG. “Parecían destrozados y angustiados tras intentar conseguir comida para sus hijos, regresando heridos y con las manos vacías”.
Según un testimonio recogido por MSF, Mansour Sami Abdi, padre de cuatro hijos, describió el caos: “La gente se peleó por cinco palés. Nos dijeron que tomáramos comida y luego dispararon desde todos los lados. Corrí 200 metros antes de darme cuenta de que me habían disparado. Esto no es ayuda. Es mentira. ¿Se supone que debemos ir a buscar comida para nuestros hijos y morir?”.

Por su parte, la GHF ha asegurado desde por la mañana que “es falso” que se hayan producido incidentes en los puntos de reparto. El ejército israelí anunció, sin embargo, que investigaría los hechos. Por la tarde ya ha publicado sus conclusiones: “Las acusaciones de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dispararon contra residentes de Gaza en la zona del centro de distribución de ayuda humanitaria en la franja de Gaza son falsas”. El ejército ha instado a los medios de comunicación a ser “cautelosos con la información publicada por la organización terrorista”, en referencia a Hamás.
El comunicado castrense asegura que el ejército israelí está “cooperando con la organización civil americana y con organizaciones internacionales de ayuda para facilitar la distribución” evitando que la ayuda caiga en manos de Hamás. Las FDI acusan a la milicia islamista de “hacer todo lo posible para socavar” sus esfuerzos en el reparto de alimentos.
Posteriormente, Oren Marmorstein, portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, ha publicado un mensaje en su cuenta de X responsabilizando a la milicia palestina de los disparos y ofreciendo como muestra un vídeo sin fecha en el que se ve a una persona encapuchada apuntando con un arma larga hacia otras, pero que no ha podido ser verificado de forma independiente. “Míralo con tus propios ojos: Hamás dispara contra civiles en Gaza para impedir que lleguen a los puntos de distribución de ayuda”, ha escrito el portavoz. Hamás ha rechazado la autenticidad del vídeo.
Una fuente del ejército israelí ha reconocido, bajo condición de anonimato, que sí lanzaron “disparos de advertencia” contra gazatíes a una distancia de un kilómetro del punto de distribución de alimento en Rafah, informa la agencia Efe. Dicha fuente negó, sin embargo, que se tratase del mismo suceso en el que fueron asesinados una treintena de palestinos.
El sistema de reparto de ayuda en Gaza que permite Israel es “humillante”, en palabras de Lazzarini. Toda la población en Gaza, 2,1 millones de personas, están en situación crítica de hambre, además de carentes de asistencia médica adecuada, agua potable y refugio por la falta de suministros básicos. Durante más de dos meses, Israel bloqueó totalmente la entrada de cualquier insumo. El 18 de mayo, el Gobierno de Benjamín Netanyahu anunció que volvía a abrir la puerta a los camiones. Desde entonces, apenas un centenar de ellos entran cada día, muy por debajo de los 600 que la ONU estima que se necesitan diariamente para cubrir necesidades básicas.
La ONU ha denunciado en los últimos días que Israel obstaculiza la distribución de esa exigua cantidad de ayuda. Lo hace retrasando la expedición de los permisos y la proposición de “rutas inapropiadas” que no garantizan la seguridad de las operaciones.
Los impedimentos para llevar asistencia a gran escala a la población convierten a los puntos de distribución de la GHF en prácticamente los únicos en los que la hambrienta población puede obtener cajas de alimentos. Sin embargo, la ubicación de estos obliga a miles de personas desesperadas a caminar decenas de kilómetros hasta una zona prácticamente pulverizada debido a los fuertes bombardeos del ejército israelí.

Alarmas en Israel
En el día que la población judía celebra la fiesta de Shavuot, este domingo, conmemorando la entrega de la Torá en el Monte Sinaí, las alarmas han sonado por todo Israel cuando el ejército ha informado de que un misil había sido lanzado desde Yemen.
Mientras, los bombardeos han continuado sobre la Franja ―donde ya han muerto casi 54.500 personas desde el inicio de la invasión militar israelí― y las negociaciones para alcanzar un alto el fuego siguen estancadas. Israel y Hamás se culpan mutuamente por el fracaso del último intento de mediación árabe y estadounidense para asegurar una tregua de 60 días que incluiría la liberación de 18 rehenes israelíes vivos y otros 10 muertos de los 59 que quedan retenidos por Hamás en Gaza a cambio de palestinos en cárceles israelíes, y la entrada necesaria de ayuda.
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