window.arcIdentityApiOrigin = "https://publicapi.elpais.informativomineiro.com";window.arcSalesApiOrigin = "https://publicapi.elpais.informativomineiro.com";window.arcUrl = "/subscriptions";if (false || window.location.pathname.indexOf('/pf/') === 0) { window.arcUrl = "/pf" + window.arcUrl + "?_website=el-pais"; }Un alpinista británico bate un récord de ascensos al Everest con 19 veces, pero sigue sin superar a los sherpas | El Montañista | Deportes | EL PAÍSp{margin:0 0 2rem var(--grid-8-1-column-content-gap)}}@media (min-width: 1310px){.x-f .x_w,.tpl-noads .x .x_w{padding-left:3.4375rem;padding-right:3.4375rem}}@media (min-width: 1439px){.a .a_e-o .a_e_m .a_e_m .a_m_w,.a .a_e-r .a_e_m .a_e_m .a_m_w{margin:0 auto}}@media (max-width: 575.98px){._g-xs-none{display:block}.cg_f time .x_e_s:last-child{display:none}.scr-hdr__team.is-local .scr-hdr__team__wr{align-items:flex-start}.scr-hdr__team.is-visitor .scr-hdr__team__wr{align-items:flex-end}.scr-hdr__scr.is-ingame .scr-hdr__info:before{content:"";display:block;width:.75rem;height:.3125rem;background:#111;position:absolute;top:30px}}@media (max-width: 767.98px){.btn-xs{padding:.125rem .5rem .0625rem}.x .btn-u{border-radius:100%;width:2rem;height:2rem}.x-nf.x-p .ep_l{grid-column:2/4}.x-nf.x-p .x_u{grid-column:4/5}.tpl-h-el-pais .btn-xpr{display:inline-flex}.tpl-h-el-pais .btn-xpr+a{display:none}.tpl-h-el-pais .x-nf.x-p .x_ep{display:flex}.tpl-h-el-pais .x-nf.x-p .x_u .btn-2{display:inline-flex}.tpl-ad-bd{margin-left:.625rem;margin-right:.625rem}.tpl-ad-bd .ad-nstd-bd{height:3.125rem;background:#fff}.tpl-ad-bd ._g-o{padding-left:.625rem;padding-right:.625rem}.a_k_tp_b{position:relative}.a_k_tp_b:hover:before{background-color:#fff;content:"\a0";display:block;height:1.0625rem;position:absolute;top:1.375rem;transform:rotate(128deg) skew(-15deg);width:.9375rem;box-shadow:-2px 2px 2px #00000017;border-radius:.125rem;z-index:10}} Ir al contenido
_
_
_
_
Blogs / Deportes
El Montañista
Coordinado por Óscar Gogorza

Un alpinista británico bate un récord de ascensos al Everest con 19 veces, pero sigue sin superar a los sherpas

Kenton Cool, de 51 años, conquista una marca que solo alcanzan los deportistas nepalíes famosos por ayudar a las expediciones durante décadas, junto a Dorji Gyaljen, que pisa el techo del mundo por 23ª ocasión, aún lejos de Kami Rita, con 30

El monte Everest (en el centro) visto desde Gorakshep, en 2024.
Óscar Gogorza

Justo con el salto al siglo XXI, los trabajadores de alta montaña de la etnia sherpa se fijaron el objetivo de firmar diez ascensos al Everest, o acercarse todo lo posible a tan redonda cifra. No les movía reto deportivo alguno, sino el horizonte anhelado de su jubilación, que conquistarían por efecto de una promoción propia. Los que lo lograron, compraron o construyeron un lodge, un albergue, en el Valle del Khumbu para acoger a las riadas de turistas en peregrinación fanática hasta el campo base sur de la montaña más elevada del planeta. Por la noche, los dueños se paseaban entre las mesas de sus comensales occidentales dejándose fotografiar y compartiendo entre sonrisas sus experiencias en lo más alto. Pero llegó un momento en el que la tendencia cambió, a la fuerza: había tantos sherpas con 10 o 12 cimas en el Everest, que el asunto dejó de ser un reclamo de comercio. Los vientos del cambio animaron a los montañeros sherpa a cambiar de aires y mudarse a la capital del país, Katmandú, buscando colegios y hospitales para sus hijos, así como todas las comodidades que no tuvieron en su infancia y juventud.

De hecho, Namche Bazar, la pequeña aldea conocida como la capital de la etnia sherpa, un lugar a medio camino entre el aeropuerto de Lukla y la base del Everest, también ha perdido su esencia. Antes punto de encuentro entre sherpas y tibetanos para intercambiar bienes y alimentos, exhibe ahora tiendas con prendas originales de las marcas de montaña más prestigiosas a precios europeos, así como bares donde se degustan diferentes tipos de cerveza y platos que nada tienen que ver con el tradicional Dhalbat local a base de arroz, lentejas, verduras y escaso pollo.

Ahora, para ser famoso entre los famosos sherpas hay que exhibir al menos 23 cimas al Everest, caso de Dorji Gyaljen o el récord impresionante de 30 que exhibe Kami Rita. Cabe recordar que, entre las mujeres, Lhakpa Sherpa se ha colado diez veces en la cima. Si uno es blanco, occidental, como el inglés de 51 años Kenton Cool, basta con haber sumado el otro día su decimonovena cima para convertirse, de golpe, en leyenda y tendencia… desmarcándose del mito del buen salvaje que siempre acompañará a sus compañeros sherpa.

Kenton Cool, cuando logró su ascensión 17 al Everest, en mayo de 2023.

Kenton Cool, guía de alta montaña con credencial UIAGM, es de los pocos guías blancos asiduos del Everest, cuya cima conoció en 2004. De hecho, desde que arrancaron a mediados de los años 90 del siglo XX las primeras expediciones guiadas al techo del mundo, la comunidad sherpa se ha hecho poco a poco con la práctica totalidad del negocio, dejando un hueco exiguo para operadores occidentales. La técnica de Kenton Cool es la misma que la que observan el resto de guías UIAGM que trabajan en el resto del mundo en montañas severas: un solo cliente a su cargo. Cada primavera, Cool se reserva un hueco para acudir a Nepal, donde la cima guiada en formato se paga a precios desorbitados de hasta 100.000 euros por cliente.

Cool vende a sus clientes la seguridad de un trato exclusivo, su vasta experiencia y su completa atención, si bien no garantiza ni éxito ni seguridad total. Eso sí, estos podrán contar con que un helicóptero los evacúe en caso de necesidad, uno de los muchos que sobrevuelan el valle del Khumbu y sus aldeas donde no todos los sherpas pueden permitirse el lujo de mudarse a Katmandú: siguen acarreando hasta 50 kilos de peso sobre sus espaldas porque no pueden pagarse los servicios de los aparatos que vuelan a todas horas sobre sus cabezas causando, además, una contaminación acústica desconocida hasta hace bien poco en la zona.

El primer alpinista sherpa famoso fue Tenzing Norgay, fotografiado en la cima por Edmund Hillary como el primer ser humano en alcanzar la cima del Everest. Ocurrió en 1953 y Norgay acabó sus días tan pobre como los empezó y pegado a una botella de alcohol. Hoy en día, al menos, la élite sherpa se ha ganado al menos el derecho a fijar las reglas del juego y a vivir de acuerdo al negocio boyante que manejan.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad , así podrás añadir otro . Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Óscar Gogorza
Periodista especializado en actividades de montaña y escalada, escribe para EL PAÍS desde 1998. Coordina el blog 'El Montañista'. Dirigió la revista' CampoBase' durante una década y es guía de alta montaña UIAGM.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_