Israel llama a filas a miles de reservistas para ampliar la ofensiva terrestre en Gaza
La convocatoria se enmarca en un plan por fases del Gobierno de Netanyahu para la “victoria plena y total” sobre Hamás tras año y medio de invasión

El Gobierno de Israel ha llamado a filas a miles de reservistas en el marco de una ampliación por etapas de la ofensiva terrestre en Gaza que tiene previsto analizar en la noche de este mismo domingo el gabinete de seguridad y que ―según ha adelantado el primer ministro, Benjamín Netanyahu― tiene como objetivo la “victoria plena y total” contra Hamás. El Ejército empezó a convocar a soldados el sábado, después de avanzar su intención de aprobar los nuevos planes al día siguiente. La última movilización de reservistas ―cuyo número exacto no ha detallado Israel, como es habitual, pero que los corresponsales militares de medios locales cifran en decenas de miles― choca con la fatiga creciente entre las tropas, manifiesta desde hace meses.
Reforzar el Ejército permitiría a Israel tomar el control de territorios en el enclave de los que se retiró durante la primera fase del extinto alto el fuego. El Ejecutivo israelí rompió la tregua de manera unilateral el 18 de marzo para eludir la segunda fase, que implicaba el fin de la guerra y la retirada de sus tropas. Desde entonces, los dirigentes israelíes han sido incapaces de forzar a Hamás para alcanzar un nuevo acuerdo que libere a los 59 rehenes que siguen en Gaza —de los cuales, se cree que como mucho 24 están aún con vida— sin garantizar el fin de la ofensiva contra el grupo islamista.
Con este llamamiento, las autoridades piden a los reservistas un nuevo esfuerzo en el marco de una guerra que ha exigido su movilización constante. Algunos ciudadanos han recibido durante las últimas horas su séptima notificación desde octubre de 2023, cuando el asalto del movimiento islamista obligó al Ejército a movilizar a 300.000 reservistas en distintos frentes, una cifra inédita en su historia.
En un vídeo publicado en la tarde de este domingo en su cuenta personal de la red social X, Netanyahu afirma que el plan tiene etapas y que el gabinete discutirá la siguiente esta misma noche. “Nos centramos en dos misiones”, ha afirmado. “Una, traer de vuelta a nuestros rehenes. Dos, derrotar a Hamás. Hamás no estará allí [en Gaza], hay que entenderlo”. “En las guerras se llega a la victoria”, ha dicho mientras golpeaba la mesa. Netanyahu negó la acusación de que está buscando rédito político con la guerra, afirmando que la negativa a permitir que Hamás y Hezbolá permanezcan en las fronteras de Israel ”no es política".
Las autoridades israelíes presentan el incremento de las operaciones como una última oportunidad a Hamás para liberar a los 59 cautivos aún en su poder antes de recrudecer los ataques. El movimiento islamista había aceptado, en el que acuerdo de alto el fuego que Netanyahu rompió en marzo, entregarlos a cambio del fin de la guerra. Israel exige ahora a Hamás que entregue los rehenes y todas las armas, exilie a sus líderes y acepte una presencia militar israelí continuada en la Franja.
Los reservistas son 465.000 hombres y mujeres de entre 21 a 49 años que hicieron el servicio militar obligatorio y pueden ser convocados de la noche a la mañana en caso de guerra o catástrofe natural. En teoría, la ley los obliga a atender la llamada del Ejército, pero en la práctica depende principalmente de la voluntad personal. “A mí me han llamado ahora”, explica a este diario un reservista bajo condición de anonimato. “Si no reivindicas tu negativa por motivos políticos, se puede decir que no. Muchos no están de acuerdo [con la continuación de la ofensiva] porque no ven que esto ayude a los rehenes ni creen que tenga una meta clara, pero alegan que ya no pueden más”.
Dudas sobre el reclutamiento
Cada vez existen, de hecho, más dudas sobre la capacidad de reclutamiento de las autoridades. Los responsables de recursos humanos de las tropas ya registraban al término de 2024 que más de un tercio de los oficiales de reserva habían estado activos durante más de 150 días en poco más de un año. Desde hace meses, cada vez más voces alertan de la creciente fatiga de los reservistas, que alegan incompatibilidad familiar o laboral.
Según la prensa local, quienes reciban el aviso deberán incorporarse esta misma semana antes de ser desplegados en la frontera con Líbano o en Cisjordania, donde sustituirán efectivos, que serán movilizados hacia Gaza. Allí se espera que Israel tome el control de más territorios, comportando el enésimo desplazamiento forzoso de población civil. Los gazatíes solo pueden acceder efectivamente ya al 31% del territorio, según Naciones Unidas. Y el ejército israelí impide desde hace dos meses la entrada de todo alimento, electricidad, medicamentos o combustibles, lo que ha aumentado la desesperación, hambre y saqueos de la población.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, informó en abril que el Ejército había completado la construcción de un nuevo corredor que aislaba el sur del enclave, incluyendo la ciudad de Rafah, del resto. Los cinco kilómetros de distancia entre el límite sur de la franja y el corredor serán una “zona de seguridad israelí” y sus operaciones se extenderían “pronto” al resto de Gaza, añadió.
Los nuevos planes israelíes se dan en un contexto de escepticismo. “La mayoría de israelíes percibe que Netanyahu argumenta que hay que seguir luchando contra Hamás por intereses propios”, indica Dahlia Scheindlin, investigadora israelí especializada en políticas públicas y en estados de opinión pública en Israel. “Se acuerdan de abril de 2024, cuando Netanyahu dijo que estábamos a un paso de la victoria, algo que ahora causa amargura”.
La ampliación de la ofensiva en Gaza, donde han muerto 40 personas por los bombardeos en la última jornada, llevando a 52.535 el total de la invasión, se da antes de que el presidente estadounidense, Donald Trump, visite el Golfo este mismo mes. Allí, muchos esperan el progreso en las negociaciones por un gran acuerdo regional que incluya un cese a las hostilidades en la franja, en un momento en el que aumentan las tensiones en Siria y en Yemen.
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